Parece ser que bastantes indicadores apuntan a una moderada recuperación del sector inmobiliario.
Muy lejos queda el año 2007, y tras la inmensa brecha abierta por entonces por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, unida a la incapacidad de los gobiernos para afrontar una crisis que ha hecho tambalear los débiles cimientos sobre los que se asentaba gran parte de nuestra economía nacional, hemos obtenido como resultado un constante empobrecimiento de las economías domésticas. Los ciudadanos, que estaban acostumbrados a vivir por encima de sus posibilidades, tuvieron que apretar cinturones y darse baños de humildad en los mejores casos, o que malvivir y subsistir de cualquier manera en los peores casos, perdiendo propiedades y debiendo dinero. Estas son las noticias que nos cuentan, que al igual que las relacionadas con el bitcoin o con cualquier bombazo bursátil de moda, cuando llegan a la opinión pública, lo hacen con un propósito manipulador: hacer creer a las masas que hay nichos de oportunidad para enriquecerse y pegar "pelotazos". Nada más lejos de la realidad, que no es otra que hacernos caer en el error para provecho propio. Que los instigadores recuperen sus ganancias, amasen los beneficios y dejen el plato mondo y lirondo al resto. No nos equivoquemos. El dinero fácil, ya se ha hecho, pero el empuje de los inversores que ya han obtenido altos rendimientos al comprar a precios bajos en los primeros momentos, puede contagiar al resto de propietarios o inversores nuevos provocando un realce de los valores, que no se justifica con la realidad económica reinante. También hay situaciones puntuales que hacen que el inversor o quien analiza los mercados para arrojar indicadores, pueda caer en un error al no tener en cuenta factores que propicien burbujas. Por ejemplo. la relacionada con los inmuebles destinados a alquiler vacacional, los famosos "airbnb" y demás plataformas, en las que el descontrol, los lobbies, la desinformación y las lagunas legales están propiciando que se altere el curso normal de la recuperación. Es cierto que somos un país de oportunistas, y donde existe la oportunidad, siempre habrá un espabilado que triunfe, y después de él, una legión de "puesyotambién". Esto provoca, por ejemplo que se cree otra burbuja en el mercado de alquileres debido a que muchos inversores o propietarios, ven rentabilidad en el alquiler vacacional, lo que hace que en determinadas zonas, se disparen los precios normales de alquiler de estas viviendas, unido a lo poco apetecible que para muchos es hipotecarse, unido al temor a que los bancos vuelvan a hacer de las suyas, por ejemplo subiendo los tipos de interés provocando que la población necesitada pocos quieren comprar hipotecándose. Los valores se muestran alcistas, pero la demanda real, la que aquellos que de verdad necesitan una vivienda para vivir, es a la que hay que mimar y cuidar. Si no somos precavidos, se volverá a ir todo de las manos. Es responsabilidad de todos no caer en las trampas de pensar que si reluce, es porque es oro.
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